Una torre de oficinas se levantará en el vecindario de Virginia Square de Arlington, en un sitio donde durante dos décadas otros planes habían surgido sin mucho éxito. Skanska se está preparando para comenzar en septiembre en un nuevo edificio de oficinas de nueve pisos en la 3901 de Fairfax Drive. El proyecto de $129 millones será un edificio de 201,000 pies cuadrados con 191,000 pies cuadrados de espacio para oficinas y 10,000 pies cuadrados de tiendas, aparte de 12,000 pies cuadrados de espacio al aire libre en un lote de un acre.
El anuncio se produjo unos dos años después de que Skanska comprara el terreno por 17,25 millones de dólares. El edificio será construido por Skanska USA Building mediante un contrato de construcción de $64 millones, la compañía apunta a una entrega en septiembre del 2023. El proyecto está ubicado a tres cuadras de la estación de metro Virginia Square y ocupa uno de los pocos sitios urbanizables en el corredor Rosslyn-Ballston.
El edificio contará con placas de piso de 24,000 pies cuadrados, una terraza privada en la azotea de 3,500 pies cuadrados, centro de conferencias, gimnasio y garaje subterráneo de 250 espacios con estaciones de carga para autos eléctricos. El nivel de la calle incluye una gran plaza que se extenderá a lo largo de North Quincy Street. Skanska ha contratado a Avison Young como corredor de oficinas y a H&R Retail como corredor minorista. La decisión de Skanska de continuar con el edificio sin un inquilino ancla es inusual en un mercado de oficinas débil que está experimentando una presión adicional por la pandemia del COVID 19. La tasa de vacantes del norte de Virginia alcanzó un máximo histórico de 18,2% en el segundo trimestre. Pero, de la misma manera el norte de Virginia se recupera más rápidamente de la recesiones económicas gracias a que los inquilinos del gobierno federal y las agencias que les brindan servicios prefieren el área.
Este proyecto finalmente reconstruirá la antigua Funeraria de Arlington, un sitio con un historial de desarrollo prolongado. Trammel Crow Co, originalmente planeó un proyecto de condominio en el sitio, pero lo vendió a la constructora de viviendas de lujo WCI Communities Inc en el 2003. Esa compañía a su ves propuso un desarrollo de 120 condominios, solo para declararse en bancarrota al comienzo de la Gran Recesión y deshacerse de la propiedad mientras trataba de eliminar sus deudas. Luego pasó por Crimson Partners en el 2010 para luego venderlo a Management Corp que finalmente se lo vendió a Skanska en octubre del 2019. Se puede ver qué ha pasado por varios desarrolladores pero parece que Skanska tiene un plan de desarrollo mejor elaborado.
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