Las acciones estadounidenses cerraron su peor semana desde enero con una tercera sesión perdedora consecutiva el viernes, luego de que la inflación se acelerara inesperadamente a un máximo de 40 años en mayo, lo que obligó a los operadores a aumentar las apuestas de que la Reserva Federal aumentará las tasas aún más agresivamente. El índice S&P 500 cayó un 2,9% para coronar su novena caída semanal en los últimos 10. Los 11 sectores principales del índice de referencia bajaron, ya que los bienes de consumo discrecional, la tecnología y las finanzas cayeron cada uno más del 3,6%. Las pérdidas de Apple Inc. y Microsoft Corp. arrastraron a la baja el índice Nasdaq 100 de tecnología pesada, a una caída del 3,6%, mientras que el promedio industrial Dow Jones se hundió un 2,7%.
La persistente evidencia de inflación generó temores de que la Reserva Federal se vea obligada a aumentar las tasas de interés de manera fuerte y constante para desacelerar el crecimiento económico. El jueves, los mercados se sacudieron después de que el Banco Central Europeo explicara sus propios planes para endurecer la política monetaria. El BCE, señaló que podría elevar su principal tasa de depósito por encima de cero en septiembre, lo que sería su primera salida de las tasas de interés negativas en ocho años. También dijo que terminaría con las compras netas de deuda de los estados miembros, lo que generó temores sobre el estrés financiero para las economías más débiles del bloque. Mientras las acciones de Wall Street cayeron el viernes, el rendimiento de la nota del Tesoro a dos años, que se mueve con las expectativas de la tasa de interés, subió por encima del 3%. La última vez que la nota a dos años superó este nivel psicológicamente significativo fue en 2008. Mientras tanto, el rendimiento del bono del Tesoro a cinco años superó el rendimiento del bono a 30 años, una indicación de que el mercado cree que la campaña de la Fed de subir las tasas podría llevar a la economía estadounidense a una recesión.
Se espera ampliamente que la Fed eleve su tasa de interés principal en otros 0,5 puntos porcentuales en su reunión de política monetaria la próxima semana. En la reunión de mayo del banco central, el presidente Jay Powell había preparado el escenario para aumentos de medio punto tanto en junio como en julio, pero quedaban algunas dudas sobre si la Fed continuaría a ese ritmo en su reunión de septiembre. El mercado de futuros ahora espera que la tasa de interés de referencia de la Fed sea del 3,2% para fin de año, lo que implica aumentos de medio punto en las próximas cuatro reuniones de la Fed (junio, julio, septiembre y noviembre) más un aumento de un cuarto de punto en diciembre.