El 7 de julio el presidente de Haití, Jovenel Moïse de 53 años fue asesinado en su casa por un comando integrado por personas extranjeras, fue lo que anunció el primer ministro saliente, Claude Joseph. Su esposa, quien resultó gravemente herida, se encontraba en su casa cuando comenzaron los disparos, actualmente se encuentra hospitalizada.
Las autoridades declararon el estado de emergencia durante dos semanas en todo el territorio, según una edición extraordinaria de Le Moniteur, el diario oficial del país.
Haití ya vivía una época de inestabilidad política y social, el domingo 7 de febrero Jovenel Moïse anunció un intento de golpe de Estado en su contra y confirmó su intención de continuar en el cargo hasta febrero de 2022. Ante esto la oposición lo acusó de represión sistemática y de querer perpetuarse en el poder. La oposición también denunció el giro autoritario del mandatario desde que disolvió el Parlamento y gobierna por decreto alimentando las críticas. Frente a estos hechos, Pedro Von Eyken, diplomático Argentino, en su entrevista para DelfinoCo Perspectiva mencionó que "el presidente de Haití no puede ser reelegido entonces por supuesto la oposición decía que además quería una nueva constitución para quedarse en el poder".
Por otra parte, la violencia y los secuestros se han disparado en el país y son el principal temor de una población sometida a las bandas violentas.
Los retos que le tocará enfrentar al nuevo presidente de Haití son varios entre los que se destaca la seguridad, el crecimiento económico y la salud de la población. Estos retos podrán ser superados con la ayuda que le brinden los países vecinos y los no tan vecinos y es que como menciona Pedro en su entrevista "todas las embajadas en Haití se dedicaban a la cooperación (...), quiero ser muy reiterativo no se explica la presencia de un país en Haití si no coopera, si no ayuda". Un caso de cooperación que hubo en Haití fue la que existió entre el gobierno haitiano con el gobierno argentino en el sector agrícola, como explica Pedro en su entrevista "Haití es casi absolutamente agrícola entonces la cooperación argentina central era a través del programa ProHuerta", esta cooperación fue a comienzos del 2005 como parte de la implementación de un proyecto de seguridad alimentaria.
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