Actualmente América del Sur tiene una de las reservas más grandes del mundo en litio, calculado alrededor del 70%. Este es el metal que es utilizado en las baterías recargables para teléfonos móviles y vehículos eléctricos.
Por el momento las iniciativas públicas y privadas en Argentina, Bolivia, Brasil y Chile no han logrado entregar ni una sola fábrica de celdas de litio.
Chile, quien es el segundo mayor productor mundial de litio. Solo por detrás de Australia, ofrece quizás el mejor ejemplo de un esfuerzo desviado. Ya que un proyecto de celdas de litio de 285 millones de dólares realizado por dos compañías con sede en Corea, fue cancelado en junio cuando la caída de los precios del litio socava los incentivos gubernamentales sobre el metal. Por su parte una compañía local, que ensambla baterías que usan componentes del exterior.
Se encuentran sumergidos en una lucha para lograr obtener celdas de litio para respaldar sus ventas en Chile.
Argentina, es considerado el tercer mayor productor de litio. Vio como el proyecto se encuentra congelado, debido a la crisis económica en la que se encuentra el país en estos momentos. Además de la posibilidad de que el candidato Alberto Fernández pueda ganar las próximas elecciones presidenciales.
Seri Industrial SpA de Italia, había firmado un acuerdo con la estatal Sociedad Estatal de Energía y Minería de Jujuy. Para construir una planta para fabricar cátodos y células de litio, y ensamblar piezas de la batería, utilizando litio crudo extraído en la provincia argentina de Jujuy.
Mientras tanto en Brasil, quien está catalogado como la economía más fuerte y estable de la región. Se fundó la compañía MicroPower-Comerc, objetivo inicial de proporcionar baterías recargables a instalaciones comerciales e industriales. Uno de los mayores inconvenientes que presenta, son los pocos subsidios gubernamentales para la energía renovable, y los impuestos a la importación agregan alrededor del 65% al costo de las baterías.
En Bolivia, no se ha logrado producir los volúmenes que se esperaban de litio. Pero estudios demuestran que cuentan con el salar más grande del mundo, abarcando 6.437 kilómetros y posee más del 15% de los recursos de litio no minados del mundo.
Yacimientos de Litio Bolivianos, de propiedad estatal, o YLB. Extrajo en 2018 un total de 250 toneladas de carbonato de litio, y el objetivo del país es generar 150.000 toneladas en los próximos cinco años, en colaboración con empresas alemanas y chinas. De tener éxito, Bolivia se convertiría en una de las naciones con mayor producción.