Party City, la tienda que ese encarga en llevar la diversión a los hogares, tuvo el infortunio de anunciar el jueves el cierre de al menos 45 sucursales en todo el país. Esta decisión fue tomada por la falta de helio en la compañía, y que significa un límite en el margen de ganancia.
James Harrison, el presidente ejecutivo de Party City, comento que después de estudiar la situación del Helio, se decidió cerrar algunas de sus tiendas a fin de mejorar sus servicios. James Harrison, comento “en lo que va de año, y después de una cautelosa evaluación de las tiendas, se tomó la decisión de cerrar más tiendas de lo habitual para ayudar a optimizar nuestro desempeño a nivel de mercado, y enfocándose en las ubicaciones más rentables y mejorar la salud general de nuestra cartera de tienda”.
En los últimos años, Party City había clausurado de 10 a 15 tiendas en promedio, pero ahora la situación es distinta, el Helio que es el recurso más usado en esta compañía se encuentra en escasez, por lo tanto, hace más difícil su trabajo. En el mercado, el principal consumidor de estas tiendas son las personas que tienen hijos, esto significa que tendrá una incidencia negativa para las fiesta infantiles.
El helio es un recurso natural no renovable, más liviano que el aire, y tiene grandes beneficios, que van desde teléfonos inteligentes hasta resonancias magnéticas, transbordadores espaciales y el acelerador de partículas Large Hadron Collider. El helio es el segundo elemento más abundante en el planeta, la mayor parte de la atmósfera de la tierra se derrama en el espacio. Este recurso es usado para fines industriales, puesto que es un subproducto de la producción de gas natural. Los índices mundiales demuestran que Qatar produce alrededor del 75 por ciento del suministro, se vio obligado a detener todas las exportaciones de gas en 2017 después de que Arabia Saudita aplicó un bloqueo.
Estados Unidos ha sido el más poderoso en su producción hasta que se endeudó con el almacén del gas, por lo que se vio forzado a vender sus reservas a fines del año 1990 a precios insignificantes. El inconveniente que presenta es que se consume más rápido de lo que se puede producir en estos días, señala en una reciente investigación Anders Bylund, un analista de Motley Fool.