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La liberación de inmigrantes, ya no es una preocupación para las ciudades santuarios.


El Gobierno del Presidente Trump, habría dirigido a los empleados de inmigración hacia un plan que consiste en la liberar a inmigrantes que fueron privados de libertad en las ciudades santuarios, así demostró el informe presentado el día jueves y confirmado por l Presidente el viernes.

Eses mismo día, el Presidente Trump escribió en el twitter "debido al hecho de que los demócratas no están dispuestos a cambiar nuestras muy peligrosas leyes de inmigración, de hecho estamos, como informamos, dando fuertes consideraciones para colocar a los inmigrantes ilegales solo en ciudades santuario".

Sin embargo, los defensores de inmigración fijaron su postura frente a este hecho y rechazaron la liberación en las ciudades santuario, ellos aseguran que esto significaría un riesgo para quienes viven en el lugar.

Aaron Reichlin-Melnick, analista de políticas para el Consejo Americano de Inmigración, rechaza esta afirmación, explica que los inmigrantes solo buscan protección y calidad de vida, en sus expedientes no aparecen antecedentes penales, por lo tanto, no es una amenaza para el país. Aaron Reichlin-Melnick, comento "las familias y los niños que llegan a nuestra frontera para buscar protección deben ser tratados humanamente y con dignidad, no como peones políticos. Sin embargo, no hay nada de malo en liberar a los solicitantes de asilo de la detención. La gran mayoría de los solicitantes de asilo no tienen antecedentes penales y no representan ningún daño para nadie. Muchos tienen amigos o familiares en los Estados Unidos con los que podrían vivir, y simplemente viajarían a su próximo destino".

El Presidente y su entorno, suelen calificar a los inmigrantes como criminales, lo que incurren en un error, puesto que estas personas no están presas por actos violentos, la única razón por la que se encuentran privadas de libertad es porque los EEUU no reconoce a una persona que viva en el país de manera ilegal, en consecuencia, es considerado un acto ilícito y una ofensa civil para los EEUU. Cabe destacar, que la mayoría de los inmigrantes detenidos, solo esperan por la aprobación de su solicitud al asilo o su deportación.

Durante estos años, las estadísticas de inmigrantes han aumentado, sobre todo de aquellos que vienen desde América Central. El Statuto Federal indica que los niños solo pueden permanecer en las cárceles hasta 20 días, razón suficiente para que el gobierno libere a las familias dentro de este tiempo.

Por otro lado, hay inmigrantes que son dejados en libertad condicional, aunque no son eliminados del sistema judicial, a otros les colocan el brazalete en el tobillo, mientras esperan el resultado de su procedimiento.

Según Reichlin-Melnick, afirmo que al momento de la liberación, estos inmigrantes corren peligro, en ocasiones son liberados en las calles, sin posibilidad de contactar algún conocido, rentar en un hotel o incluso sin poder ubicar un traslado.

El Servicio de Inmigración y Aduanas converso con algunas organizaciones sin fines de lucro y refugios para inmigrantes, a fin asegurar la vida y el confort de estas familias, "dejar a las familias en las estaciones de autobuses sin recursos o planes para llegar a su destino final es una manera incorrecta de lidiar con la situación actual en la frontera. Y la liberación deliberada de familias en ciudades donde los gobiernos locales no cooperan con ICE sería un intento de fabricar el caos" manifestó Reichlin-Melnick.


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