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Peruanas emprendedoras conquistan Maryland con su sazón y crean Rincón Peruano


Entrevistamos a dos mujeres que se unieron por un mismo sueño. Abrir un restaurante en Maryland y lo lograron. Ahora nos cuentan su experiencia en esta entrevista.

Victoria de la Cruz, ¿cómo se inició en la cocina?

A los 23 años empecé a trabajar con el dueño de Pardos Chicken, en Perú, por casi 25 años. Luego llegué a Estados Unidos. Trabajando un tiempo, empezamos a tener un pequeño lugar, luego encontramos este espacio. Tuvimos mucha suerte, gracias a Dios. El empezar fue muy difícil.

Vilma Aseujo, ¿qué fue lo más difícil en su primer año de apertura?

La gente no entraba, muy pocos clientes, a veces entraba uno o dos. Nosotros pedíamos a ellos que nos ayuden con la promoción de boca en boca. Pedíamos que si les gustaba la comida, nos recomendaran. Y así, poco a poco, nos hicimos de clientes.

¿Cuál es la misión de Rincón Peruano?

Queremos llegar a nuestra gente.

¿Cuáles son sus platos más conocidos?

Lomo saltado, tallarines verdes, pollo a la brasa, frejoles con seco a la norteña y ceviches.

¿Cuál creen que es el secreto del éxito para su restaurante?

Es mantener la autenticidad de la comida, ser exigentes con el paladar, llevamos el secreto tradicional de las abuelitas.

¿Qué consejo pueden dar a las mujeres peruanas que viven en Estados Unidos?

Victoria de La Cruz: Siempre intentar tener algo propio, no conformarse con trabajar para otros. Aunque sea algo pequeño, es bueno tener siempre algo tuyo.

Vilma Ausejo: Tienen que esforzarse, deben pensar en grande. Si salimos de nuestro país con tanto sacrificio, salir a tierras lejanas, no es para estar igual. Va a tomar un año, dos o más, pero uno no debe nunca rendirse.

Victoria De La Cruz, ¿Quiere dedicar un mensaje a alguien es especial?

Sí, me gustaría dedicar unas palabras de agradecimiento al fundador de Pardos Chicken, el señor Willy Wong, quien fue una persona muy especial. Fue mi jefe durante mucho años. Cuando supo que venía a los Estados Unidos me dio palabras de aliento, fe y me dijo que con mi sazón tendría éxito. Y mi socia, Vilma Ausejo, y yo estamos en ese camino.

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