Muchas personas han llegado a pensar erróneamente de la innovación como una actividad separada, muy aparte de sus cursos regulares de negocios, algo que tienen que perseguir intencionalmente. Vimos esto de primera mano recientemente durante su participación en un taller sobre la innovación en pequeñas empresas. El dueño de una pequeña empresa rechazó la idea de que alguna cosa que haya hecho su negocio podría ser clasificado como innovadora, diciendo: “No estamos creando el iPod”.
Nuestra reciente experiencia mostró que muchos propietarios de pequeñas empresas son muy innovadores, pero no son conscientes de ello. La idea de que usted tiene que estar creando un iPod para ser innovador revela que las personas están muy confundidas acerca de lo que es innovación.
De hecho, el iPod no era la única razón de Apple para lograr el éxito en el espacio de la música digital. Esta innovación fue más allá de la tecnología. Apple entiende que algunos clientes quieren comprar MP3s, no robarlos. Así, la combinación de iTunes con el dispositivo del iPod demostró ser un modelo de negocios ganador revolucionó la música digital.
Comprender a sus clientes es necesario para una innovación exitosa. Los propietarios de empresas pequeñas, con profundo conocimiento de sus clientes, están correctamente posicionados para innovar. Un ejemplo es una historia contada en el taller por un hombre al que llamaremos “John” quien tiene un negocio de servicios para piscinas.
John comenzó de la manera tradicional, revisando equipos y dando mantenimiento a piscinas de clientes residenciales, comerciales y gubernamentales. A las piscinas que estaban controladas por los municipios y algunas instalaciones comerciales se les pidió mantener estrictos estándares de calidad del agua. Estos clientes invirtieron mucho en tecnología de monitoreo que asegurara que la calidad del agua estuviera sobre los estándares locales. El resto de los clientes de John estaban interesados en el mantenimiento de la calidad del agua, pero la tecnología de monitoreo fue considerada como demasiado costosa.
Tiempo después en una feria local, John se maravilló al encontrar una nueva tecnología que proporciona servicios de monitoreo remoto a un precio más bajo que los sistemas implementados en las grandes instalaciones de piscinas. Reconociendo esta tecnología, John desarrolló un modelo de negocios completamente nuevo para sus clientes. Compró un número limitado de dispositivos y luego ofreció supervisión a un grupo de propietarios de piscinas pequeñas y medianas como un servicio. De un momento a otro, este emprendedor evolucionó su modelo de negocio de un modelo en base a pago por servicio, a una empresa de arrendamiento de equipos.
Sin embargo, John no considero que este cambio a su modelo de negocio fuera altamente innovador en su campo. Cuando se le preguntó acerca de la innovación, John explicó que sentía que la decisión de expandirse en el arrendamiento de equipo fue fácil. No le hizo falta un plan de negocios para evaluar esta innovación. Señaló que, en realidad, él no ha tenido un plan por muchos años. Inició con un plan de negocios, pero se detuvo actualizándolo hace años. Manifestó: “Sé lo mucho que quiero crecer y lo que necesito hacer cada mes para lograr mi objetivo”.
Lo que John no se dio cuenta fue que él tiene todos los elementos de un plan de negocios. En lugar del proceso anual fijo que caracteriza a muchas grandes empresas, John y otros propietarios tienen métricas claras, una dirección clara y la capacidad para cambiar de rumbo en caso sea necesario.
Aquí hay lecciones para los propietarios de pequeñas empresas. Las pequeñas empresas deben darse cuenta de que su estrecha conexión con el cliente proporciona un gran trampolín para la innovación. Las pequeñas empresas con las que hablamos estaban increíblemente conectadas con el mercado. Para ellos, un problema del cliente es una oportunidad para vender al cliente otra solución. Son sensibles, interactivos y flexibles.
Muchas veces, los propietarios de pequeñas empresas pueden pensar que no tienen los recursos para innovar. Pero, en realidad, las restricciones son un amigo de la innovación, no un enemigo. Mas innovaciones prometedoras han sido aniquiladas por demasiado tiempo, dinero y demasiadas personas, que las que han muerto por la ausencia de cualquiera de estos factores.
Las grandes empresas también pueden aprender de la forma en que las empresas pequeñas se acercan a la innovación:
* Conectar con sus clientes con el fin de entenderlos realmente; prestar especial atención a la elaboración de la conversación en torno a los problemas que el cliente tiene en vez de los problemas que usted cree que su producto o servicios actuales podrían resolver para ese cliente.
* Ser iterativo en lo que respecta a la estrategia y planificación, con el fin de mantener la flexibilidad y ser más sensibles al cambio exterior.
*Estar abierto a la experimentación con nuevos modelos de negocios.
*Tener cuidado con la maldición de un exceso de capital y resistir la tentación de tirar recursos a los esfuerzos de innovación.
Por encima de todo, las empresas de todos los tamaños necesitan recordar que la innovación no se limita a los productos, servicios, tecnología o al pensamiento creativo. La creación de un nuevo iPod no es siempre el objetivo, más bien, deben centrarse en la comprensión de por qué el cliente no puede resolver problemas importantes adecuadamente y desarrollar un modelo de negocio innovador para hace el trabajo de una manera nueva y novedosa.
Los últimos seis meses, sin duda nos han enseñado que todas las empresas tienen que estar abiertas al cambio. Si alguna vez hubo un tiempo para empezar a pensar como una empresa pequeña, lo fue el 2009.